Cuando hablamos de mantener una buena salud bucodental, es decir, un buen estado de los dientes y las encías, generalmente, hacemos referencia a la higiene diaria, al cepillado y la limpieza interdental, a las revisiones odontológicas periódicas y a los tratamientos dentales conservadores necesarios para prevenir y tratar problemas tan frecuentes como la caries y las enfermedades periodontales.
Aunque es cierto que estos dos aspectos son esenciales, ¿sabías que la alimentación también juega un papel fundamental?
Existen alimentos que, consumidos en exceso, pueden dañar la salud de nuestra sonrisa. Pero ¿conoces cuáles son los 10 alimentos más malos para tus dientes?
No te pierdas este listado de alimentos que hemos elaborado para que puedas lucir tu mejor sonrisa evitando cualquier tipo de riesgo. Muchos de ellos… ¡seguro que te sorprenden!
¿Cómo podemos paliar sus efectos negativos?
En muchas ocasiones, es complicado, además de improcedente, excluir de nuestra dieta los alimentos que, a continuación, te detallamos. Sin embargo, para mantener unos dientes sanos, recuerda que es importante, por una parte, no consumirlos en exceso y, por la otra, mantener una higiene bucodental exhaustiva después de ingerirlos.
Además, podemos ofrecerte algunos consejos sobre cómo paliar sus efectos negativos. Ten en cuenta, especialmente, que deben combinarse con otros alimentos saludables, como carnes, quesos, pan, que equilibran los ácidos de estos alimentos.
Recuerda también no mantener en la boca durante mucho tiempo las bebidas azucaradas para evitar que los dientes se expongan demasiado tiempo a sus ácidos. Para ello, en el caso de estas bebidas, del café o del té, puedes utilizar una pajita para proteger el esmalte y, además, evitar manchas y tinciones.
Los 10 peores alimentos para tus dientes
1. Cítricos y alimentos ácidos
Los cítricos y los alimentos y las bebidas muy ácidos pueden provocar, con el paso del tiempo, que los dientes se amarilleen. Además, debido a su alto grado de acidez, pueden llegar a erosionar el esmalte de los dientes, dejando expuesta la dentina, la capa interna de los dientes, aumentando las posibilidades de sufrir problemas bucodentales como la sensibilidad dental y la caries.
2. Vinagre
Tanto el vinagre como los alimentos que se maceran en él, como es el caso de los pepinillos, las zanahorias, los ajos, las cebollas, etc., de la misma manera, debido a su alta acidez, también pueden provocar daños irreparables en el esmalte al erosionarlo con el paso del tiempo y el consumo excesivo.
3. Frutos secos
Aunque algunos frutos secos, especialmente los naturales, sin sal y frituras, son una fuente de energía y grasas saludables para el organismo, otros contienen altas dosis de azúcar. El azúcar, sobre todo si después de ingerir estos alimentos no se cepillan los dientes, se adhiere a los dientes con mucha facilidad, por lo que, en casos de una higiene deficiente, aumenta el riesgo de sufrir caries.
4. Café
El café es una de las bebidas más habituales en nuestro día a día, pero ¿sabías que contiene taninos, es decir, polifenoles ácidos, que pueden ocasionar manchas en el esmalte de nuestros dientes? Además, el café es una bebida ácida, que también altera el equilibrio del pH de la boca, por lo que puede causar problemas como la aparición de caries.
5. Té
De la misma forma que el café, los tés también contienen taninos. A pesar de que algunas personas siguen pensando que con esta bebida pueden reducir la posibilidad de que aparezcan manchas en el esmalte de los dientes, no es así. Sin embargo, para reducir este riesgo, te sugerimos que inviertas en tés de buena calidad. Si, además, añades leche a esta bebida, puedes contrarrestar sus efectos negativos.
6. Dulces
Los dulces, tan deseados por pequeños y grandes, contienen, como puedes imaginar, grandes cantidades de azúcar. Su consumo excesivo y/o una higiene deficiente después de consumirlos provocan el deterioro de los dientes, ya que las bacterias orales se alimentan de estos azúcares, liberando los ácidos que aumentan el riesgo de sufrir patologías como la caries y las enfermedades periodontales. Además, aunque es menos conocido, los dulces también pueden provocar un oscurecimientos progresivo del esmalte de los dientes.
7. Refrescos azucarados y bebidas carbonatadas
De la misma forma que los alimentos azucarados, este tipo de bebidas también tienen los mismos riesgos que hemos mencionados anteriormente. Es decir, favorecen la segregación de ácidos en la boca, por lo que aumentan el riesgo de caries, gingivitis y periodontitis. Consúmelos, por lo tanto, con moderación e intenta apostar por los refrescos sin azúcares añadidos.
8. Arándanos, moras y granadas
¿Sabías que estas frutas y bayas contienen muchos antioxidantes? Este hecho, sin duda, es positivo para el organismo. Sin embargo, todas ellas también contienen pigmentos que pueden ocasionar que, con un consumo excesivo, el esmalte de los dientes se manche a largo plazo.
9. Vino tinto
El vino tinto, especialmente si se consume de forma muy frecuente, puede originar la aparición de manchas grisáceas en el esmalte de los dientes. Estas, además, son más difíciles de eliminar que las manchas amarillentas. Pero, además de tener estos efectos a medio y largo plazo sobre el esmalte dental, el vino tinto también mancha los dientes mientras lo consumimos. Aun así, este efecto puede revertirse al cepillar los dientes después de su consumo.
10. Vino blanco
¿Eres de las personas que piensa que el vino blanco, por su color, no tiene efectos sobre la salud de los dientes? Aunque su consumo no provoca manchas tan notables como las del vino tinto, sí favorece que los dientes adquieran un tono más oscuro. Además, se trata también de una bebida ácida.
En nuestras clínicas en Granada y Motril, contamos con los últimos avances tecnológicos para un diagnóstico preciso y plan de tratamiento completamente personalizado. Además, te ayudamos en todo lo que necesites saber sobre tu higiene diaria, para que apliques una técnica correcta de cepillado y una limpieza interdental adecuada para prevenir patologías como la caries, la gingivitis, la periodontitis y la pérdida de dientes.
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